
Noticias Argentinas difundió que el Presupuesto 2026 transita su etapa final de debate en el Congreso Nacional, aunque persisten dudas sobre la viabilidad de algunas de las metas fiscales planteadas por el Gobierno, en particular la vinculada a la recaudación por derechos de exportación.
Desde el Instituto para el Desarrollo Agroindustrial Argentino (IDAA) pusieron el foco en la proyección de ingresos por retenciones para 2026 y advirtieron que el cálculo oficial presenta inconsistencias y no resulta factible en el contexto actual.
Según el Ministerio de Economía, la recaudación por derechos de exportación —de la cual el complejo agroindustrial aporta cerca del 80%— alcanzaría los $9,97 billones en 2026, lo que implicaría un incremento interanual del 22,8% respecto de la estimación para 2025, fijada en $8,12 billones.
Sin embargo, un análisis del IDAA elaborado por el ingeniero agrónomo Javier Patiño señaló que el punto de partida de esa proyección es incorrecto, ya que la meta prevista para el actual calendario no se cumpliría como consecuencia de la eliminación temporal de retenciones y de la reciente reducción de alícuotas.
De acuerdo con el informe, entre enero y noviembre la recaudación por derechos de exportación alcanzó los $6,87 billones, con una tendencia descendente tras el último esquema de Dólar Soja de septiembre, período en el que se registraron exportaciones por 19 millones de toneladas de granos y subproductos con retenciones cero.
En este contexto, el IDAA estimó que la recaudación total de 2025 cerraría en torno a los $7,17 billones, lo que implica que para alcanzar los $9,97 billones previstos para 2026 sería necesario un crecimiento cercano al 39% en los ingresos por este tributo.
El análisis también remarcó que el proyecto de Presupuesto fue girado al Congreso el 15 de septiembre, antes de la implementación de las retenciones cero y de la posterior reducción de los derechos de exportación en dos puntos porcentuales para la soja, sus subproductos, el trigo, la cebada y el sorgo, y en un punto para el maíz y el complejo girasol.
Considerando el impacto de ambas medidas, Patiño sostuvo que alcanzar la meta oficial resulta mucho más complejo o casi imposible, especialmente en el caso del complejo sojero, principal aportante a la recaudación por su elevada alícuota.
En ese sentido, detalló que durante los dos días de vigencia de las retenciones cero se registraron exportaciones para embarcar en 2026 que implicaron unos US$340 millones menos para el fisco, equivalentes a aproximadamente $462.000 millones al tipo de cambio vigente en ese momento, monto que debería descontarse de la recaudación proyectada para el próximo año.
El informe agregó que, partiendo de una proyección de cosecha de soja de 48,5 millones de toneladas —en línea con las estimaciones del USDA— y descontando el consumo interno y lo ya comprometido, quedarían disponibles unas 37,7 millones de toneladas para exportar como poroto o como subproductos industriales.
Asimismo, precisó que, de manera aproximada, la reducción de dos puntos en los derechos de exportación representa unos US$310 millones menos de recaudación, equivalentes a cerca de $446.000 millones. De este modo, solo considerando la soja registrada durante las retenciones cero y la baja de alícuotas, la pérdida de ingresos se acerca al billón de pesos, sin contabilizar el impacto sobre el resto de los productos alcanzados por la medida.
Frente a este escenario, desde el IDAA plantearon que las únicas variables que podrían compensar esta merma de recursos serían una suba significativa de los precios internacionales de los commodities —considerada poco probable— o una fuerte devaluación que mejore los ingresos medidos en moneda local.